CINE Y VINO: «BOTTLE SHOCK»

En la entrada anterior, de hace más tiempo del que es decente dejar pasar, comenté una película que tocaba tangencialmente el tema del vino y muy directamente el de la gastronomía. Hace ya tiempo que me apetece meterme de lleno a comentar las películas sobre vinos o ambientadas en el entorno de la cultura del vino. Aunque, confieso, que he dilatado la tarea porque no sé exactamente por donde abordarla.
La verdad es que las películas “con vino” que más me gustan no tienen al vino de protagonista, sino de acompañante. Es el caso de “El festín de Babette” que podría ver, y saborear, infinitas veces. Hace poco una web de vinos hizo una encuesta sobre las películas de temas gastronómicos que preferíamos, yo incluí “9 semanas y 1/2”, no va sobre comida, pero, pregunto ¿no nos hizo ver la comida desde una nueva perspectiva?
Dándole en la cabeza vueltas a estas ideas, me dije a mí misma, que mejor que divagar, es ponerse a trabajar, con lo cual he escogido, aunque no inocentemente, una película para continuar estos comentarios. Digo que no inocentemente porque en la selección privó que el vino fuese el tema central del asunto, el protagonista, y eso parece de entrada que no abunda. La película en cuestión es “Bottle Shock” (2008).
Hagamos una pequeña sinopsis. Esta película está basada en una historia real (es al menos lo que dicen sus creadores) y cuenta la historia de una célebre cata a ciegas realizada en Francia en 1976 y a la que asistieron los expertos más valorados del mundo del vino. El resultado de la cata supuso un “golpe de botella” en el mapa de la vinicultura, porque en un momento en el cual hablar de vino era hablar de Francia, resultó ganador un vino de Napa Valley. Para más señas, un chardonnay de la añada del 73. La bodega que hizo este vino se llama “Chateau Montelena” y los creadores del vino fueron sus propietarios Jim Barrett y su hijo Bo, quienes a partir de aquella cata recibieron todos los reconocimientos de los conocedores como poseedores de un terroir excepcional y de un saber hacer un buen vino año tras año. En aquella cata, que más tarde se conoció como “el juicio de París”, estuvieron presentes el experto inglés Steven Spurrier, quien la organizó y es el protagonista de la película, y el periodista George Taber, que más tarde escribió el libro en el cual se basó la misma.
Hasta aquí todo pertenece a la realidad objetiva. No obstante, pese a su éxito en el festival de Sundace, los protagonistas reales de la historia, Taber y Spurrier, dicen que la película desvirtúa de tal manera los hechos, que no es apropiado publicitarla como basada en hechos reales y amenazaron en su momento con preparar un contra-guión para contar los hechos tal como ocurrieron.
En todo caso, como la realidad es algo escurridizo y sometido a los avatares de la memoria, yo creo que el comentario de una película debe hablar de la película como lo que suele ser, ficción, aunque esté basada en la interpretación de un suceso real.
En la primera impresión, a mí “Bottle Shock” me resultó decepcionante. Es algo que pasa cuando una película viene acompañada de demasiados laureles y la expectativa se fija demasiado alta. En una segunda mirada, pienso que es una película cuyo principal atractivo es la anécdota que narra. La historia del bodeguero arruinado que apuesta todo a un vino que finalmente derroca de su trono a los considerados los mejores del mundo es demasiado poderosa como para no triunfar. Por lo demás, mención aparte de la actuación de Alan Rickman que es magistral, la película me resultó bastante plana. Pero, repito, solo por su anécdota merece ser vista y considerada entre las más importantes del cine vinculado al vino.
El meollo del suceso se resume en una valoración de Spurrier (Rickman) al final de la película. Todo lo que ha pasado significa que en el futuro beberemos vinos americanos, sudamericanos, sudafricanos. Es decir, el mundo, como cuando Colón desembarcó en América, se hizo de pronto enorme y un reto a descubrir porque un día un grupo de expertos, ayudados por la ceguera de la cata, se percataron que había grandes vinos, más allá del país galo.
Bottle Shock (2008) Dir. Randall Miller. Con Alan Rickman, Chris Pin,Bill Pullman, Rachael Taylor, Freddy Rodríguez, Dennis Farina, Eliza Dushku, Bradley Whitford, Miguel Sandoval.

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