CINE Y VINO: «ESTÓMAGO»

Existe un gran universo de películas relacionadas con la gastronomía en general y con el vino en particular. Hoy, me gustaría hablar de una de ellas. Se trata de una pieza brasileño-italiana del año 2007 que encontré en la biblioteca por casualidad. Una película de bajo presupuesto, sostenida únicamente por la fuerza del guión y la contundencia de sus imágenes. Su título es, a primer golpe de ojo, sugerente: “ESTÓMAGO”.
La historia va de cómo un joven provinciano recién llegado a la ciudad, llamado Raimundo Nonato, descubre dos cosas; primero, su innato talento para combinar sabores en la cocina y, segundo, que por el estómago se puede controlar el mundo. Es decir, va de la cocina como elaboración sofisticada capaz de conquistar los estómagos, hasta la visceralidad de las decisiones que se toman por sentimientos asentados en el estómago.
La película se mueve paralelamente en dos planos temporales. En el primero vemos al “inocente” Nonato (su nombre no es casual) sobreviviendo en la ciudad a golpe de cazuelas. Asistimos al descubrimiento de su talento en un bar de barrio marginal donde maravilla a todos con sus guisos, incluyendo a Iria, una sensual prostituta e insaciable comensal, con la que intercambia sexo por comida, hasta enamorarse de ella. Allí en ese bar conoce a Don Giovanni, el dueño de un restaurante italiano llamado “Bocaccio”, quien descubre en él un diamante en bruto y decide contratarlo, haciéndose cargo de su formación como cocinero. Con Don Giovanni realiza su iniciación en la cocina como arte, en el mundo del mercado y del vino. Por la cocina la vida de Nonato se transforma y, ante la cruda realidad de las primeras escenas, se dulcifica.
En el siguiente plano temporal, Raimundo Nonato, mejor conocido como “alecrim” (romero) está en la cárcel, las razones por las que está allí se intuyen, pero no se saben hasta el final. Aun en este espacio marginal, la cocina y su talento para ella, es la identidad de Nonato. El mundo, de un lado y otro, se transforma, no a pasos, sino a cucharadas y a sorbos. La superioridad de alecrim está en sus guisos y su poder en controlar lo que los otros comen.
La película está llena de escenas memorables cargadas de sensualidad sexual y culinaria. A mí en especial se me queda grabada una vinculada a una botella de vino abierta con rabia y bebida con ansia, mi experiencia de vino-cinéfila ya ha visto este tópico en varias películas, cuando ocurre supone en la trama un punto de no-retorno, un algo que se quiebra en la psique del personaje y que determina el desenlace de la historia. Así sucede en “Estómago”.
Una película muy recomendable, aunque nada idílica, para quienes les gusta el cine con temas gastronómicos.

“Estómago” (2007) Brasil-Italia. Dir. Marcos Jorge. Con Joao Miguel, Fabiula Nascimiento, Babu Santana, Carlo Briani, Paulo Miklos y Jean Pierre Noher.

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