BROWNIE 11/11/11

«Brownie & vino» por Luislis Morales Galindo
Que no se asuste nadie. Este no ha pasado a ser un blog de gastronomía. Aunque confieso que estos me parecen infinitamente más divertidos que los de vino. Echo en falta en la blogósfera enológica un poco de la espontaneidad, el desparpajo y la alegría que a los cocinillas les sobra. Porque el vino, el placer del vino, es de todos y no hay que ser un experto para hablar de él. Por eso, porque sigo los blogs de cocina, me divierto con ellos y más de una de sus recetas he puesto sobre mi mesa, vi desde la barrera twittera como se lo pasaron como enanos haciendo y comiendo al unísono una #megagalleta para envidia de los que ese día desayunamos el solitario café de siempre.
¿Por qué ahora me he dejado tentar por su iniciativa del #diadelbrownie? Las razones tienen que ver más con el corazón que con la cabeza. Este ha sido un año especialmente difícil para nosotros. Hemos tenido muchos días de esos en los que piensas que todo va a peor. La vida nos obligó a cambiar sin previo aviso todas nuestras rutinas, nuestros proyectos, incluso nuestras ideas. La marea comenzó hace más o menos un año. Y ha llegado otra vez noviembre, con una fecha señaladísima: 11/11/11, y resulta que estamos bien (aunque no ilesos), unidos y yendo a mejor. La tormenta nos ha dejado una lección: el amor es la superior de las fuerzas y el mayor de los bienes.

No soy una gran cocinera, aunque me gusta cocinar y sobre todo mimar con la comida -eso es legado de mi madre-, por ello dejo las variaciones, versiones y creaciones para esos majísimos chicos de los blogs. Además, es la primera vez que hago un brownie en mi vida y para la primera vez creo mejor dar un pequeño paso, por lo que he decidido hacer un brownie clásico. Escogí el de Recetas de rechupete, porque me convencieron las cantidades y porque en las explicaciones parecía taaaan fácil.

Me ha salido un brownie suave por dentro y discretamente crujiente por fuera, con un sabor intenso a chocolate negro (mi preferido) ¿Qué tendrá el chocolate que nos hace tan felices?. Otro gusto que me hace muy feliz, ya lo saben, es el sabor del vino. La unión del vino y el chocolate que durante algún tiempo pareció descabellada, se acepta ahora como un maridaje natural por la profundidad de ambos en aromas y por la potencia de sabor que comparten. Así que para acompañar mi brownie he hecho un helado de vino tinto. El vino escogido es el que elaboramos nosotros mismos en casa de la cosecha de 2010, un vino modesto (pero hecho con el mimo de quienes amamos el vino), joven, 100% tempranillo. Me atreví a este matrimonio con un brownie para lograr la armonía entre el aroma profundo y el toque amargo del chocolate, con la fuerza frutal del vino joven y el cuerpo naturalmente rotundo del tempranillo.
Cocinar con vino es también una manera de elogiarlo. Al final, no me he apartado tanto de la idea de mi blog: he aquí mi brownie clásico con helado de tempranillo o como me gusta más llamarlo el brownie 11/11/11. Me hará recordar que cada cierto tiempo, tal vez 100 años, puede ocurrir una tormenta y puede también que sobrevivas. Disfrutar del placer y regalar placer es la mejor manera de celebrar la vida que conozco. Gracias a «los locos de siempre» por darme una bonita manera de rendirle homenaje.

3 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Dani dice:

    Me ha encantado tu post! No se por qué me lo perdí! Espero que vaya todo mucho mejor…

    1. Mucho mejor. Gracias por la lectura y por los deseos.

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